jueves, 11 de diciembre de 2014

Mayic: EL ESPERADO LIBRO DE JULIO MOLINA FONT

Mayic: EL ESPERADO LIBRO DE JULIO MOLINA FONT: Crónica negra en el Cádiz de la Posguerra inunda los escaparates de las librerías. Después de  haber hecho esperar  dos a...

EL ESPERADO LIBRO DE JULIO MOLINA FONT



Crónica negra en el Cádiz de la Posguerra inunda los escaparates de las librerías.






Después de  haber hecho esperar  dos años a sus lectores,  Julio Molina Font ha publicado su cuarto título con esta editorial. Una esperadísima obra con la que cambia el tono de su famosa trilogía sobre la historia pequeña de Cádiz (ver AUTORES) y nos introduce en el sórdido mundo de la delincuencia. 





El público llenó la sala de la APC

El día 19 de noviembre, en una abarrotada sala cedida por la Asociación de la Prensa de Cádiz, calle Ancha, 6   se presentó Crónica negra en el Cádiz de la Posguerra,
una recopilación de sucesos trágicos que en su día conmovieron a la población y alcanzaron titulares en la prensa nacional. 



Comienzo de la presentación 

Nadie mejor que Julio, nato contador de historias locales, para mostrarnos un retrato fiel del lado más oscuro de la ciudad: crímenes pasionales, robos, estafas, amenazas...que marcaron la difícil época que abarca. 



Julio Molina Font dirigiéndose al público 


La mesa estuvo compuesta por José Luis Suárez Villar, presentador. Julio Molina Font, autor. Ana Mayi, editorial y José Manuel Jareño autor del prólogo


El prólogo escrito por José Manuel Jareño, Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Cádiz, nos enumera, con frases cortas, acontecimientos de importancia de aquel entonces, recreando el ambiente social en el que  se produjeron los hechos que el autor nos relata. 


Firma de ejemplares al concluir el acto

El acto resultó entrañable y los numerosos lectores que siguen a  Molina Font pudieron conseguir su ejemplar firmado y dedicado. La librería Manuel de Falla colaboró montando su tenderete con otros títulos del autor.


Los libros de Julio Molina Font están a la venta en librerías de Andalucía y Madrid. En  Agapea librería online http://www.agapea.com/libros/La-historia-pequena-de-La-Isla-de-San-Fernando-
Se pueden encontrar en la librería de El Corte Inglés o pedirlos a la propia editorial ediciones@edicionesmayi.com dedicados y firmados por el autor.


miércoles, 29 de octubre de 2014

LA HISTORIA SECRETA DE HALLOWEEN

¿Qué pasó con el nabo de Jack O´Lantern? o la  historia secreta  de Halloween


Una de las primeras publicaciones de Ediciones Mayi fue el comic Don Juan Tenorio y Halloween. Para llevarlo cabo contamos con el especialista José Joaquín Moreno que se ocupó del guión y de adaptar y explicar, a su forma,el Tenorio de Zorrilla, y la, entonces, desconocida, historia de Halloween. Fue el dibujante Jesús Méndez el que vertebró las distintas escenas y dotó de  formas y movimientos a los personajes. 

Hubo un tiempo en el que parecía que nos estábamos olvidando del despiadado  don Juan Tenorio, del terror que nos producía los espectros que venían por su alma negra  atravesando los muros de su casa, de la cándida  doña Inés, enamorada, la que lo salva; una obra de teatro que por más que se repitiera, año tras año, cada 31 de noviembre nos causaba la misma inquietud y nos hacía pasar el mismo miedo porque trataba del misterio de la muerte, los difuntos, el más allá. Parecía, como digo, que esta tradición la estábamos arrinconando y sustituyendo por el festejo macabro con disfraces sangrientos, caretas de calaveras y brujas con escoba (parece que ya no es así).
Cuando pregunté a mis hijos porqué les gustaba tanto esa fiesta del truco o trato, me respondieron  que lo que  les gustaba era disfrazarse como en carnaval. Y a raiz de esa contestación  comenzamos a darle forma a la obra gráfica que intenta explicar el por qué de las brujas, los fantasmas, las calabazas, las calaveras, los zombis...y a la vez contar las aventuras del Tenorio como antes no se había contado. Dos tradiciones que tienen en común el día de los difuntos y la muerte.
Pocas personas, de las que acogieron con gran entusiasmo  la anglosajona celebración, sabían que era una tradición de ida y vuelta, como los cantes.  Una tradición que emigró  a América  con los irlandeses y volvió esplendorosa, como los indianos, y que Hollywood y la televisión han popularizado en todos los rincones del planeta. En España se ha celebrado siempre con otros nombres y otros ritos. 












Prohibida la reproducción total o partcial sin la auatorización de los dueños del copy right.

domingo, 19 de octubre de 2014

LA PRIMERA RESEÑA


La primera reseña que nos sorprendió, nada más publicado el libro de Eduardo Flores "Una ciudad en la que nunca llueve" fue  la de Virginia Jiménez Delgado, una lectora  que nos regaló estas palabras que a continuación reproduzco.



«Guau», es la única palabra que se me ha ocurrido decir al terminar "Una ciudad en la que nunca llueve". A pesar de que durante la lectura del libro me surgieron miles de ideas, una vez terminado este, mi mente se quedó totalmente en blanco. Creo que pocas veces —o ninguna, tal vez— un libro me ha dejado tan perpleja ni me ha sorprendido de esta manera tan peculiar. Pero claro, ¿qué se puede esperar de un libro que es peculiar en sí? De hecho, podría asegurar que nunca he leído algo que siquiera se le parezca, y la verdad es que eso me ha gustado. Por fin ha caído en mis manos algo diferente, que es lo que venía buscando desde hacía algún tiempo. 


Al principio, el que no hubiera nombres en la obra me pareció extraño; después me di cuenta de que esa característica era parte del encanto del libro. Como ya he dicho, es un libro distinto a todos los que he leído hasta ahora. La verdad, hubiera esperado que después de la desastrosa vida que lleva el protagonista, las cosas hubieran empezado a mejorar para él y el final hubiera sido al menos agradable, y sin embargo, me alegró comprobar (con el corazón encogido en la última escena, debo decir) que no fue así. Y es que Una ciudad en la que nunca llueve nos demuestra dos cosas que he tenido muy presente en toda la lectura: primero, que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y también tres y cuatro y cinco veces, y nunca aprende hasta estar al límite; y segundo, que una persona es capaz de buscarse su propia ruina, aun dándose cuenta de que está yendo por un mal camino, y que, por supuesto, todas sus acciones tendrán una consecuencia que le golpearán cuando menos se lo espere.


Tal vez sea un poco cruel decir que el protagonista tiene el final que se merece, pero como ya he dicho, cada uno se busca su propia fortuna, y la verdad es que no me sorprendió nada lo autodestructivo que resultaba el protagonista, que ya de por sí estaba metido en un agujero bien hondo y que no hacía más que hundirse en su propia mierda. 


Otra de las cosas que me ha gustado, a pesar de lo que muchos puritanos pudiesen pensar, es la forma directa y la falta de pudor de la escritura, llena de palabrotas y obscenidades de todo tipo, pero siempre envuelta por una narración asombrosamente elevada a otro nivel. Es el contraste entre esa destrucción de los tabúes de la sociedad y esa forma de narrar los que hacen una mezcla explosiva de Una ciudad en la que nunca llueve, con unos personajes muy reales (y un poquito cabrones), que van cada uno a lo suyo, buscando su propio interés. Realidad pura y dura. Y bueno, con un final que no podía ser otro, y que deja satisfecho a todo buen lector. 


Sin más que decir, mi enhorabuena a Eduardo por este magnífico libro, y darle las gracias por escribir algo que me ha hecho disfrutar mucho, y que seguro que hará disfrutar a muchos otros. 

Te deseo mucho éxito, y que sigas escribiendo igual de bien. 

Saludos.

Gracias Virginia.

viernes, 3 de octubre de 2014

NOS GUSTAN LAS OPINIONES DE LOS LECTORES


Las reseñas nos gustan y "Una ciudad en la que nunca llueve" ha sido reseñado por gente que escriben para prestigiosas revistas sobre  libros,   pero aun más nos gustan las opiniones de los lectores  que, además, acompañan sus palabras con una imagen como la de esta amiga que nos dice lo siguiente al preguntarle si le parecía un buen libro: 

"Un buen libro...? Sin duda alguna... Una experiencia de vida y una historia mejor contada... Una ciudad en la que nunca llueve de Eduardo Flores... Calidad gaditana y esencia canalla..."



Y es que la novela de Eduardo Flores, un joven escritor que ha elegido nuestro sello para su debut, trata de un escritor que, en horas bajas, intenta   salir adelante en mitad del caos en que se ha convertido su vida. Feroces devoradoras de hombres, ELLA y una extraña e íntima conspiración, de la que participa incluso una ilustre fantasmagoría, harán que no le resulte nada fácil. Es una tragicomedia en la que los temas de siempre, como el amor, el sexo y las obsesiones, pondrán a prueba el sentido del humor del lector. Una ciudad en la que nunca llueve es un lugar en el que se dan las pasiones más desmedidas y donde el desencanto se manifiesta a partir de las más ridículas situaciones; un sitio peculiar, ácido y sin fronteras, en el que se confunden los más comunes sentimientos. Una ciudad en la que el lector no podrá evitar vivir.




Y ya sólo queda que los lectores se acerquen a su lectura sin recelo. Es una buena novela que no deja indiferente a nadie. 
Aunque ya hemos recibido muchos comentarios, de los que iremos hablando en este sitio, esperamos más.
Se encuentra a la venta en Cádiz, Sevilla, Córdoba, Málaga, Madrid,... o la pueden pedir a la editorial: ediciones@edicionesmayi.com 

jueves, 2 de octubre de 2014

LAS FOTOS DE SEVILLA

Como anunciamos en la entrada anterior "Bulerías Nazis" volvió a Sevilla. El propio autor brindó su lectura a  los reunidos  en La Mercería Café Cultural para la ocasión . Y como muestra, las fotos que reproduzco a continuación.








Gracias a quienes organizan estas sesiones literarias. 

lunes, 29 de septiembre de 2014

LAS BULERÍAS VUELVEN A SEVILLA


    Se dice que la primera obra de un autor, si no tiene padrinos, es muy difícil  darla a conocer. Sin embargo,  "Bulerías Nazis" paso a paso se abre  camino y está llegando cada vez a más lectores. 



    El próximo miércoles estará en Sevilla por segunda vez. Recién publicada fuimos a presentarla a la FNAC y tuvimos la suerte de contar con  el escritor Eduardo Cruz Acillona que también la reseñó en su blog http://masclaroagua.blogspot.com.es/. En esta ocasión iremos a la calle Regina, 10 donde se encuentra el café cultural La Mercería. Allí, a partir de las 21.00 h., comenzará   una sesión de microrrelatos que coordina el mismo Cruz Acillona y nuestro autor es el narrador invitado.Una buena elección porque Enrique Montiel de Arnáiz tiene tela que contar. Todo está preparado para pasar un buen rato que promete ser ameno, sólo falta tu asistencia. No te lo vayas a perder.





martes, 16 de septiembre de 2014

¿DÓNDE ESTAMOS ISABEL?

    Anoche cuando veía la serie Isabel me quedé extrañada al observar que, como telón de fondo de la segunda salida de Colón del puerto de Cádiz, aparecía la catedral tal como  actualmente se divisa desde el mar. Inmediatamente me acordé de las descripciones  del Cádiz de la época que Javier Fornell nos ofrece en sus obras Llamadme Cabrón y Lanza y Oro.








    De uno a otro libro la ciudad va cambiando a mejor pero  el hermoso edificio no empezaría a levantarse hasta tres siglos después. Bien es verdad, que si hubiera aparecido una imagen  fiel a las descripciones que el historiador nos hace no se hubiera reconocido la ciudad y ya sabemos lo que vale una imagen. Desde mi punto de vista considero  que  el hecho histórico de la segunda partida del Almirante desde Cádiz, quedó reforzada por ese detalle, pero  los historiadores  se habrán llevado las manos a la cabeza.






    La  Catedral Nueva, como la conocemos los gaditanos, empezó a construirse en el año 1722 y no se terminó hasta 1838. Tardó mucho tiempo en quedar concluida y por ese motivo cuando queremos dar a entender que algo se alarga en el tiempo sin visos de finalizar decimos que “está durando más que la obra de la catedral”. 

lunes, 15 de septiembre de 2014

El Museo del Dique

    El último sábado de agosto, un despejado día de cielo azul, cumplimos nuestro deseo de visitar el Museo del Dique. Dos semanas tuvimos que esperar para conseguir  tique pues se ha convertido  una atracción turística que está teniendo mucho éxito, no sólo entre los visitantes, también entre los gaditanos como lo somos yo y mis compañeros de aventuras. Así que a las once de la mañana guardábamos   cola para embarcar. El pequeño catamarán que la empresa Albarco dispone para esta actividad, surcó la bahía sin apenas vaivenes; el estado de la mar era de calma casi absoluta y eso nos hizo disfrutar del corto trayecto, apenas 30 minutos, hasta La Cabezuela.




    Nada más atracar en el antiguo muelle de la factoría nos esperaba la guía, que resultó ser una amiga mía a la que hacía tiempo no veía. Una sorpresa muy  agradable y una garantía de que la visita iba a resultar amena, didáctica y detallada. El grupo la seguimos hasta el antiguo edificio de la cámara de las bombas de achique donde está ubicado el museo.


















    Explorar las cuatro salas del museo es hacer un recorrido por la historia de la construcción naval en España a través de imágenes, de piezas y utensilios utilizados en los procesos de construcción y reparación de barcos y de fotografías antiguas que reflejan la manera de trabajar de una de las factorías más importante de España: Matagorda. Un recinto que reúne 130 años de actividad naval bien documentada y expuesta de una manera atractiva y comprensible para todo tipo de visitante y para todas las edades. Por eso me permití insinuar a Silvia, la guía, que debería abrirse a los escolares.


























     La visita prosiguió hasta el primitivo Dique de Carenas, mandado a construir en 1872  por Antonio López y López, Marqués de Comillas, fundador del astillero. Como testigos mudos del pasado permanecen expuestos a la intemperie tres barcos, uno de ellos el famoso vapor de Matagorda, del que cuentan, nuestros padres y abuelos, tantas historias Éste debe guardar muchas, pues  ha traído y llevado  día tras día a los obreros de Cádiz que venían a cumplir su jornada de trabajo: herreros, carpinteros de ribera, forjadores, fundidores, remachadores, calafates….Y es que todos los barcos tienen una historia detrás, desde quienes los construyen hasta quienes lo habitan y navegan en ellos. Quienes han llevado a cabo este magnífico proyecto  han tenido en cuenta esa perspectiva y han realizado un trabajo esencial para una bahía tan vinculada a la construcción naval, con  un gran calado histórico y social pero que pasa desapercibido para la mayoría de los ciudadanos. Mencionar que aquí se hicieron las anteriores butacas del Gran Teatro Falla y el puente metálico de la Carraca en San Fernando, amén de otros encargos que nada tienen que ver con lo naval.

   


    

     Llama  la atención tres edificios: el botiquín, actual archivo histórico;  la antigua escuela de aprendices reconvertida en sala de exposiciones temporales  y la bella capilla que fue levantada en memoria de Antonio López, primer Marqués de Comillas, empresario y fundador de la compañía Trasatlántica. Tres edificios que se construyeron para dar servicio a la primitiva colonia industrial compuesta de  treinta viviendas construidas entre los años 1880 y 1888, hoy desaparecidas. Como mínimo treinta familias conviviendo entre estas construcciones.  De los tres destaca la pequeña iglesia por su colorista estética y aires bizantinos tan extraños por estos lares.  Dicen que es neorrománica.  La planta es de cruz griega y su interior está profusamente decorado con madera, cerámica e imágenes pintadas al fresco. 





































   Tomando ya el camino de  vuelta, otros edificios de interés son los antiguos comedores, una torre mirador de arquitectura reciente, edificios destinados a archivos y otros usos administrativos y enormes grúas que sobresalían por los edificios. Y por último, lo que fue el gran almacén general, una extensa sala en la que se puede ver colgando de sus paredes paneles con los nombres de los barcos construidos  en  los astilleros de Cádiz, Puerto Real y San Fernando desde 1730. Conserva en una esquina la campana que anunciaba los cambios de turnos y el descanso. Una dependencia que  espera acoger todo tipo de eventos.












Dos horas y media de visita a un enclave singular que nos descubre el importante Patrimonio Cultural  de la Bahía de Cádiz, desde los restos del castillo de Matagorda, que  jugó un papel importante en la defensa de Cádiz durante la Guerra de la Independencia junto con el de San Lorenzo del Puntal situado enfrente, hasta el primer astillero civil de España.  Un tesoro de gran valor turístico, de interés para el viajero y  para el propio gaditano.  No obstante está declarado como Bien de Interés Cultural. 













    Y ya de regreso, cuando el impresionante paisaje industrial se nos iba alejando y las gigantescas grúas que habíamos visto en tierra  parecían construcciones de juguete, pudimos observar las majestuosas torres de la luz como dos atalayas guardianas del Estrecho de Puntales. Pasamos, de nuevo, por debajo de ese  incabado Puente de La Pepa que tantos disgustos nos está dando.






























   Agradecer la alianza de  Navantia, Albarco y viajes Melkart para ofrecernos este lujo al alcance de cualquiera. Solo hay que reservar con antelación.