LA ISLA DE LOS PUENTES
Las ciudades son un conjunto de muchas cosas: geografía, historia, arquitectura, urbanismo, gente que la habitan, deseos, recuerdos...De todos esos elementos, tangibles e intangibles, suele haber uno que destaca, algo que ha permanecido en el tiempo y que compone una imagen, una fotografía mental que la une a su propio nombre. 
De San Fernando se pueden resaltar muchas cosas. La intensa historia de esta ciudad está contenida en cada esquina, en cada reja, en cada plazuela, en cada tramo de la larga calle principal que establece su trazado urbano, en el paisaje natural que la rodea...
Pero son los puentes lo que me ha llamado la atención. El más antiguo, el puente Zuazo, estructura pétrea que salva el Caño de Sancti Petri, fue durante mucho tiempo la única vía terrestre que nos comunicaba a la península. Ha sido testigo de importantes episodios de la Historia de nuestro pais.
El airoso puente de Ureña, de pequeñas proporciones, de piedra, que atraviesa terrenos militares, permanece inalterable al paso del tiempo sin haber cumplido la función para la que fue levantado.
El más reciente, el sobrio puente de hierro, construcción del siglo XX, es una celosía metálica que cruza también el Caño de Sancti Petri y nos conduce, a militares y a civiles, al Arsenal de la Carraca.
Y muchos más. Recorriendo la ciudad nos podemos encontrar modestos puentes construidos con tablazones de madera que marcan caminos en el bello paisaje de canales y salinas. Por ellos podemos pasear o ir en bicleta admirando la belleza del parque natural en el que estamos inmersos.
Eduardo Formanti en su libro "San Fernando Secreto" nos habla de estos puentes y de los rincones más desconocidos de esta Isla del Sur.
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